miércoles, 2 de enero de 2019

Crítica: Girl

LXVI FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN:
"Frente a la fuerte afluencia de líneas feministas y feminoides, que han invadido la esfera mediática en los últimos años, cabría esperar una historia de signo. Esas determinadas por una ideología, y por ende, por unos patrones discursivos y estilísticos muy concretos.Tanto, que el maniqueísmo y el olor a rancio invadiría cada uno de los motivos temáticos que abordaran. Sin embargo, a veces existe el milagro. El milagro de la vida, que quién en ella busca encuentra sensibilidad, sutileza, belleza. Estos y otros adjetivos describen al notable debut de Lukas Dhont. Un film que entre tantas posturas sesgadas otorga un poquito de verdad y amor a la vida. Dhont nos muestra la historia de una adaptación a nueva vida a través los ojos de Lara, una chica encerrada en el cuerpo de un varón, que ahora encuentra la luz ante las heridas que supone este tipo de encerramiento físico y emocional. Su vida rutinaria, en el ámbito médico, escolar, y su ferviente conexión con la danza, purga a sus miedos y contradicciones, se convierte en el motor de definición de una película que quiere mimar a su personaje principal, dejándolo respirar y sentir el valor de lo que acontece. Acompañado de una fotografía exquisita, su realizador mueve su cámara con sutileza, para descubrir a Lara, hacernos llegar su sentir, y describir con absoluta sensibilidad y sutileza ese encerramiento físico, en conexión con una sociedad aún inmadura para comprender su conflicto. Si es cierto, que si hay algo que achacarle a la cinta, y que en cierta manera le resta, es el alargamiento del arco dramático, la necesidad de estirar el drama, y poner a la protagonista frente a las cuerdas. Decisión que no siempre funciona y provoca en demasia una tendencia a la reiteración. No obstante, la precisión y la elegancia de lo que se cuenta y cómo se cuenta suplen cualquier insuficiencia, propia quizás de la juventud de su creador. Y en medio de todo, y por encima de todo, un trabajo de esos que se quedan en la retina, de esos que no te abandonan en mucho tiempo, por su belleza, su entrega y su respeto. Hablamos de la inmensa composición que nos ofrece Victor Polster, en uno de los trabajos interpretativos más extraordinarios del año. Su inmenso talento deja huella a un personaje necesario en una película única, en un momento el que prima más la necesidad de encorsetar, que de definir."
 
Lo mejor: El absolutamente extraordinario Victor Polster.


Lo peor: Cierta tendencia a exceder el arco dramático.



NOTA: 7,5(****)

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