martes, 14 de febrero de 2012

Crítica: Albert Nobbs


Albert Nobbs: 8,5(****)
Desde la Irlanda del XIX nos llega este peculiar y curioso relato. Antes de poder contemplar el film, así como el uso que había hecho de esta historia poco usual, mi confianza no era demasiado certera, tanto por las críticas de decepción que se habían venido dando desde su estreno en el festival de San Sebastián, así como por su sobria carta de presentación. El film lleva a cabo un contenido, pero a la vez emotivo recorrido por la vida de una mujer que para poder vivir de forma igualitaria, y luchando por lo que quería, tuvo que esconderse en el cuerpo de un hombre. Esta síntesis representa un grito contra el machismo, a favor de la igualdad, rompiendo todas las barreras en contra de la discriminación de cualquier clase, dando un ápice de esperanza derrumbando la homofobia y la dureza machista. No solo por este mensaje tan necesario merece ser reconocido el film, sino también por su magnífico seguimiento de la vida de Albert, marcado por los detalles, los silencios, las miradas, los gestos. Su vida, su voz, su entorno, y toda esa escala de necesidades y valores hacen que esta historia enmarca en el siglo XIX, resulte actual y vigente. Toda esta golosa combinación ha supuesto una gran sorpresa para mi, dados los parámetros de un recibimiento bastante frío, hacia esta compleja y completa obra. Las meditadas palabras y los rigurosos silencios configuran un guión lleno de matices y emociones. Estas palabras envueltas en aromas silentes, avanzan gracias a la precursora mano de Rodrigo García, que lleva a su equipo ha conseguir una labor comprometida. Destacar la elegante y acertada ambientación, vestuarios, decorados sublimes se unen a una caracterización física ejemplar que dibuja personajes reales, en especial el transformado protagonista Albert Nobbs. La banda sonora cede sus notas al ritmo de la dulzura argumental, que se funde con la prodigiosa voz de Sinéad O´Connor, que nos regala la canción "Lay your Head Down". El montaje bastante calculado consigue que el fim avance con agilidad, y elegancia. Pero sin duda la carga de ese meditado guión, uno de los pilares fuertes de la película, cae en manos de un reparto cargado de credibilidad, sinceridad, y honestidad. Destacar la brillantez de Glenn Close, absolutamente magistral en esa intervención silenciosa, meditada y estremecedora. Los mejores momentos nos los brinda la excelente química que consigue con Janet McTeer un auténtico huracán dentro del film, que arrasa, provoca y emociona, un personaje totalmente pulido y configurado. Ellas como extraordinarios iconos de lucha, igualdad y generosidad, construyen uno de los films de año. Una película bastante olvidada, pero no por ello menos asombrosa. Totalmente necesaria en todos los sentidos.

Lo mejor: La extraordinaria química entre Glenn Close y Janet McTeer, así como sus interpretaciones, explosivas juntas y separadas.

Lo peor: Su sobria y engañosa presentación.

1 comentario:

Daniel Bermeo dijo...

Estoy por verla en estos dias junto a The Iron Lady, asi concluyo de una vez quien merece el Oscar a mejor actriz =)

Saludos!