Crítica: Balada triste de trompeta

Balada triste de trompeta: 9(*****)
Álex de la Iglesia ha sabido forjarse un estilo propio muy distinguido dentro del cine español e internacional, es un estilo cargado de sátira, acidez y bestialidad. Desde luego no todo el mundo encaja con esta visión de vida, tan extrema y satírica. Su nuevo film, tan aplaudido por la crítica, es un homenaje a toda su filmografía, a películas míticas como "Acción mutante" o su obra maestra "El día de la bestia", nuestro particular Tarantino, Álex de la Iglesia, está en un año glorioso, triunfa no solo como presidente de la Academia, que necesitaba un empuje como este, sino también como director, está claro que todos los bienes van de la mano. Todo ello ha sabido plasmarlo en su "triste balada", un film que aunque a veces se va por las nubes, supone una reflexión bestial de tono satírico sobre las estupideces de la Guerra Civil Española, a Álex no le interesan los maniqueísmos, ni las ideologías, lo que le interesa es plasmar la falta de pies y cabeza de una Guerra entre hermanos, su film es una metáfora que refleja el absurdo de la Guerra, llegando a puntos muy extremos. Si su comienzo es sorprendente, con los mejores títulos de crédito que ha visto el cine español, su desenlace es para el recuerdo. El film funciona, y funciona muy bien, es un espectáculo, todo y todos los elementos de este film tienen una significación para comprender el complejo puzzle de esta película, no es fácil de entender, no es fácil de digerir, pero es una gran película. Álex maneja la dirección de forma sobresaliente y construye un guión lleno de abrumadores momentos. La factura técnica es bestial, el listón ha quedado altísimo, una perfecta fotografía de luces y sombras, una música impresionante, un sonido cautivador, una ambientación exquisita, un montaje atronador y unos efectos especiales de escándalo, se dan la mano para crear una de las facturas técnicas más impresionantes del cine europeo.
Con respecto al trabajo interpretativo, es muy importante en el film y desempeña un papel clave, de los secundarios destacar a Terele Pávez, Sancho Gracia, Enrique Villén, Santiago Segura...en fin, todos hacen un gran trabajo, pero sin duda la fuerza mayor es del trío protagonista, Carolina Bang tiene casi el Goya de revelación asegurado, una interpretación bastante buena, brutal y bipolar, pero mejor aún están Carlos Areces y Antonio de la Torre, juntos y separados, se dejan la piel y ofrecen unas interpretaciones monstruosas y fantásticas, realmente un campo interpretativo victorioso. Es raro recomendar este film, pero sin duda, hay que decir que guste o no, indiferente no deja.

Lo mejor: Su bestial factura técnica y el trío protagonista.

Lo peor: Es excesiva, por momentos.