miércoles, 9 de noviembre de 2011

Crítica: Criadas y señoras


Criadas y señoras: 9,5(*****)
Una película que venía con "peros" antes de ser estrenada, un tema sensible, muy trillado, y que podía ser fruto de un sensacionalismo agresivo. Pero la sorpresa fue grata, el film no solo rompe con todo tipo de tópico rutinario e intranscendental, sino que te agarra por la garganta creándote un nudo que te explota al final, cayendo en un mar de lágrimas de emoción, esperanza y admiración por los personajes del film, alma y vida de esta historia preciosa. La novela de Kathryn Stockett supuso una base elegante y excelente para la realización de esta obra llena de un carismático aroma de buenos sentimientos y emociones, una obra llamada a convertirse en un clásico moderno, una historia para ser recordada, una de las películas del año, un torrente de emociones, y sobre todo un film necesario que sacudirá conciencias. Su fuelle indiscutible, comienza por un sensacional guión, que además de desarrollar la trama con sensibilidad y mimo, diseña unos personajes que sobrepasan las barreras de la ficción para enamorar y atrapar al espectador y los cuales son dirigidos con cariño y destreza por una apasionada Tate Taylor. "Criadas y señoras" se caracteriza muy especialmente por ser una historia de mujeres, y estas mujeres excelentemente perfiladas han caído en manos de un elenco de actrices, absolutamente magistrales, la fuerza de ellas es el color, es el aroma, la magia y la garra de la obra, ellas inundan la pantalla de emociones incontrolables. Viola Davis aquí derrocha magistralidad, y un trabajo de una gran profundidad emocional, Octavia Spencer devora la pantalla con su extrovertida intervención, Emma Stone sensibiliza al espectador con su inocente mirada, Bryce Dallas Howard es odiada por su atronadora bestialidad y Jessica Chastain enamora por su ternura e ingenuidad desde el primer minuto que aparece, todas ellas y otras actrices secundarias constituyen un cóctel explosivo que eleva con sobresaliente el film. El equipo técnico juega con nota el papel de iluminar y decorar esta bella estampa, de esta forma la banda sonora marca el ritmo de las lágrimas y la fuerza de los suspiros con absoluta destreza, la hermosa fotografía ilumina los rostros de esperanza y la ambientación consigue hacernos viajar hacia aquellos no tan lejanos años 60 con absoluta naturalidad, un excelente trabajo técnico que es redondeado con la canción de los títulos de créditos, "The Living Proof" de Mary J. Blige, realmente bella. Sin duda, un film llamado para ser recordado, un grito contra el racismo que vivió la sociedad nortemericana, una situación desconcertante y agresiva, una historia de emociones sobre la sensibilidad y la capacidad de atreverse a soñar, un film libre de pretensiones y ambiciones, una declaración de principios y un grito de amor para todos los amantes de las grandes emociones.

Lo mejor: El deslumbrante reparto femenino.

Lo peor: Su sensibilidad puede confundirse con sensiblería.

1 comentario:

Germán Cortés Matus dijo...

Pues esta película me gustó bastante, y efectivamente creo que tiene uno de los mejores repartos del año, con una Viola Davis y Octavia Spencer que se comen la pantalla. Pero, no se, tiene algo que me impide creerla como una gran obra; quizás de lo mejor del año, pero no excelente... No se, si te das una vuelta por mi blog y te lees mi crítica, creo, entiendes a lo que me refiero.