"La irregular carrera de Alvaro Díaz Lorenzo ha encontrado títulos de exitoso recorrido comercial pero cuestionables, por no decir malos, en cualquier sentido. Es cierto que su retorno provocaba cierto pavor para quien disfruta del buen cine, pero varios elementos al menos acontecían con esperanza. Desde un casting suculento hasta la posibilidad de viajar por las bellas playas de Cádiz. En esta historia, siempre entroncada en la línea cómica, sobrevuela un drama enorme, el del cáncer, una realidad constante para muchas personas a lo largo y ancho del planeta. Pareciera que el respeto por el tema que se aborda ha provocado el despegue de un realizador que aquí firma la mejor película de su trayectoria. Conscientes de sus múltiples errores, de su lacrimógeno contenido y de ciertas situaciones que por forzadas alcanzan las cotas de lo ridículo, encontramos una película muy viva, muy enérgica, y que en su positivismo se vuelve contagiosa. La fluidez de esta especie de road-movie, rodada con oficio y sorprendentemente orgánica en sus devenires, nos permite disfrutar de un viaje muy placentero, que encuentra en el oficio de todo su reparto su mejor aliado. Desde unos secundarios de lujo, estimables trabajos los de Salva Reina y Paco Tous, hasta el despliegue de talento de su trío protagonista. María León con su habitual destreza cómica condensa el drama con brillantez en su mirada acuosa, la expresividad de sus posturas convierten a Silvia Alonso en todo un terremoto emocional, mientras que Victoria Abril nos despliega un ejercicio de sabiduría y madurez que reafirman lo gran actriz que es, años y años después. Ellas son la gracia y el talento de un film que, con sus muchos defectos, encuentra la suficiente honestidad para dar un giro en forma de comedia a la lacra del cáncer."
Lo peor: Las líneas fáciles de final de trayecto.
NOTA: 6(***)
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