"Probablemente María Estuardo sea uno de los personajes históricos predilectos de la cinematografía, especialmente británica, que una y otra vez ha acudido a dar luz a una reina tan curiosa como controvertida para una época de construcción del imperio británico. Sin entrar a desglosar los amplios referentes que manejamos, la novedad en esta cinta reside en la expresión de un texto propio del siglo XXI. Y es que, María se convierte en esta película en una especie de líder feminista, apoyando ciertas decisiones y acontecimientos a virtud de este término. La decisión es tan arriesgada como incoherente, pues obliga no sólo a romper el rigor histórico, sino a llegar a las parcelas de lo inverosímil, fraguando una historia tan incomprensible, como superficial. En contraste, a ese intento de modernización errático, la expresión audiovisual/ cinematográfica se antoja excesivamente anticuada. La grandilocuencia con la que se retrata el enfrentamiento entre las dos mayores damas de la historia británica resulta desfasada y perpetuada al olvido de ejercicios mayores. Al final, la fusión de ambas expresiones deviene en un ejercicio tan desigual, como inconcreto. Sin embargo, siendo conscientes de sus claras limitaciones, la película de Josie Rourke presenta amplias y generosas virtudes, que permiten admirarla en cierta manera. Para empezar, su vibrante ejercicio estético tan sabio como sólido. Las excelencias de un extraordinario vestuario, en comunión directa con el espléndido trabajo de maquillaje y pelquería, así como las labores de fotografía y arte, confinan un tratamiento estético tan acertado como realista. Por otro lado, no podemos dejar de mencionar la maravillosa apuesta musical de Max Richter, problablemente una de las mejores del año, capaz de otorgar profundidad y riqueza expresiva a unos hechos tan claves como latentes. Estos elementos perfilan la creación de un espectáculo vibrante al servicio de dos damas de la interpretación. Si la intervención de Margot Robbie viene a reafirmar sus amplias cualidades interpretativas, en momentos cúlmen de la cinta, la aportación de Saorsie Ronan está al nivel de las mejores interpretaciones del año y de toda su trayectoria. Ronan desborda energía, emociones, valentía y arrojo en uno de los trabajos más excelsos de toda la temporada cinematográfica. Su expresión se une al amplio abanico de virtudes que maneja una cinta, que entre lo viejo y lo nuevo, es incapaz de dar valor y vigencia a unos acontecimientos históricos definitorios para la conformación del imperio británico."
Lo mejor: La grandeza de Saorsie Ronan, y el excelente trabajo de ambientación.
Lo peor: Su aire de cine viejo, y sus inconcreciones.
NOTA. 6,5(***)
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