jueves, 20 de enero de 2011

Crítica: El discurso del rey


El discurso del rey: 9,5(*****)
Uno de los films del año, una historia curiosa y mucha crítica y público a su favor. Ha llegado el momento de retratar la historia, y el cine británico, experto en esta materia, refleja este hecho tan curioso, el discurso del tartamudo rey Jorge XI. Cómo Lionel Logue un curioso "médico del habla" llena de emoción y credibilidad uno de los mensajes más importantes de la historia de los reyes, un discurso de tranquilidad ante la Segunda Guerra Mundial. David Seidler nos cuenta este momento histórico con ritmo y fuerza, un film que se sabe mover y se desenvuelve gracias a su ágil guión, un guión entramado y que se esfuerza en denotar las emociones, y las penas, consigue sacar lo extravgante a la luz, moralejas aprendidas pero que seguimos olvidando, por un mundo más fácil, un mundo que se aferra al materialismo, y que no sabe atenerse a los valores universales. Hopper maneja con sorprendente ingenio el film, sabe llevar a los actores y dirigirlos hacia lo más sublime, encuadrados en un excelente trabajo técnico. Un trabajo técnico brillante, que nos deja una factura sublime, sorprendente es el trabajo de dirección de arte, vestuario, maquillaje y peluquería, que nos introduce de forma extraordinaria en la primera década del siglo XX. Cabe destacar una más que aceptable fotografía, y una música original y emotiva, el montaje de imágenes nos ofrece momentos de auténtica emoción, de auténtica fuerza, el momento del discurso es de los mejores momentos cinematográficos de 2010. Pero por encima de todo, la fuerza dominante es el reparto, Colin Firth brilla de Jorge VI, capaz de llenar de matices su personaje y con momentos de real fuerza y arrogancia, el Oscar es suyo este año, Geoffrey Rush brilla igualmente dejándose la piel y ofreciéndonos junto a Firth la mejor pareja cinematográfica del film, juntos y separados son las claves de "El discurso del rey", de forma más secundaria destacar a Helena Bonham Carter, en una interpretación humana y tierna, y un déspota Michael Gambon que nos ofrece la irresponsabilidad en persona. Este film de Tom Hopper es y será una de las piezas más aclamadas de la filmografía británica.

Lo mejor: COLIN FIRTH y GEOFFREY RUSH, pareja excelente.

Lo peor: Que haya pasado tan desapercibida entre el público.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aún no la he visto, esperaré a que se estrene en Chile, si es que llega antes de los Oscar (si no, me la descargo). Tu crítica me deja unas ganas enormes de verla...
Me agrada leer eso de "más que aceptable fotografía", y es que me arriesgué sacándola del quinteto de Mejor Fotografía (en favor de la de Eduardo Serra para Harry Potter 7) en mis predicciones al Oscar. Pensaba quitar la de Black Swan, pero ganó la mitad de los premios de la crítica en esa categoría, así que sería raro verla fuera.
Saludos!