jueves, 17 de enero de 2019

Crítica: La favorita

"Entender y aceptar un discurso tan particular y personal como el del realizador griego Yorgos Lanthimos, supone un ejercicio de inmersión al que no todo el mundo atiende, por lo que así se entiende una obra tan personal, complicada y criticada. Ferviente en su continuo proceso de experimentación psicológica, y atendiendo a ciertos devenires que ha tomado su cine, desde su incursión en la industria británica, Yorgos Lanthimos nos traslada al siglo XVIII, época convulsa para el imperio británico bajo el mandato de la reina Anne, de inestabable salud y precaria estabilidad mental. La película nos relata un ejercicio a tres, entre la reina, su más fiel consejera, Sarah y la aparición repentina de Abigail, prima de Sarah y antigua aristócrata venida a menos por una serie de devenires familiares. La lucha de estas dos últimas por conseguir el favor de la reina y de esta manera tener un poder determinante sobre el reino, se convierte en la línea dominante de esta comedia con tintes muy negros. La película definida bajo las líneas más afiladas, e inmersa en un continuo tira y afloja entre dos mujeres, en torno a una reina en su ocaso, construye su dimensión visual a través de ópticas muy angulares, perspectivas muy contrapicadas, y juegos de montaje en superposición, que nos engañan sobre el espacio y el tiempo, y dan la sensación de un estancamiento temporal. A esto, hay que sumar un ejercicio estético extraordinario, en el que se juega con el día y la noche a edificar una paleta de grises y claroscuros de absoluta firmeza y belleza, gracias a una comunión extraordinaria entre los trabajos de fotografía, dirección de arte, vestuario y maquillaje y peluquería. Conjunción ingeniosa y admirable que nos remite de forma clara a la vigencia estilística de realizadores como Kubrick o Greenaway. Posturas precisas, casi milimétricas, al servicio de un discurso claro, el retrato en clave de ironía de un imperio en ocaso, que a través de la mirada de la mujer, y atañendo a las consideraciones del país que retrata, conecta con inteligencia con una esfera sociopolítica, y hasta cultural, de certera actualidad. No obstante, a pesar de su belleza y precisión, la película se pierde por momentos en la reiteración, y aunque estamos ante la propuesta más orgánica de Lanthimos, también es la más obvia. Tanto es así, que el excesivo estiramiento de sus postales nos deja al final algo alejados de la vigencia discursiva que pretende. Con ello, su imponente empaque, su vigencia e inteligencia discursiva, y el trabajo absolutamente colosal de tres actrices en estado de gracia, la convierten en una de las películas más estimulantes de la temporada."
Lo mejor: Olivia Colman, Emma Stone y Rachel Weisz, en absoluto estado de gracia.


Lo peor: Su reiteración constante se torna demasiado evidente.



NOTA: 7,5(****)

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