jueves, 21 de febrero de 2019

Crítica: Pájaros de verano

LXVI FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN:
"Con "El abrazo de la serpiente", Ciro Guerra dio una lección de cine etnográfico, mostrándonos una realidad histórica con claras conexiones con nuestros días. Su vuelta, junto a Cristina Gallego, habla de pasado, pero también de presente. Un viaje curioso a los orígenes del narcotráfico en Colombia en los años 70, a través de una mirada a las civilizaciones resistentes al transcurso de la contemporaneidad, así como a sus tradiciones, sus vivencias y sus conflictos, desarmando en última instancia una guerra, que nos remite al mito de Macbeth. La película nos hace viajar a través de varios años, desde el encuentro y casamiento de sus dos protagonistas, hasta el absoluto y desastroso fin de su codicia. La película con estructura clásica, viaja por la historia y nos traslada a las realidades de un presente muy convulso. La realidad de la otra mirada, siempre adelantada a su tiempo, pero silente y vapuleada en su continua sociabilización. La película nos lleva a este universo con absoluta firmeza, descansando en una dirección que con pulso dirige la compleja maniobra audiovisual de la película, y en un meritorio trabajo técnico. La bella exposición de la fotografía, en comunión con unas labores sonoras y músicales arrebatadoras, sin olvidarnos de un montaje firme, conceden a la película unas posibilidades expresivas absolutamente extraordinarias. De igual modo, la credibilidad de un certero reparto, capitaneado por la composición extraordinaria de Carmiña Martínez, suma a una de las películas más completas y potentes del año. Sin embargo, y enumerando estas amplias virtudes, la película adolece de una falta de emoción considerable, y es que en su admirable discurso no encuentra caminos que salgan de la vía etnográfica, y la sensación de acotación a un universo concreto, destinado a ser entendido por sus más allegados, se apodera una y otra vez de una película que hubiese necesitado de ampliar sus miras, para finalmente explotar en la magnificencia sobre la que se apoya. Al final, queda la admiración, mucha admiración, de hecho, pero también el deseo de entender y comprender las hazañas de unas civilizaciones tan alejadas en el tiempo, como cercanas a nuestra realidad contemporánea."
 
Lo mejor: Su extraordinario poder audiovisual.


Lo peor: Su falta de miras a la hora de abrir sus horizontes. 




NOTA: 7,5(****)

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