"Brillante Mendoza realiza un fresco sociocultural navegando hasta las entrañas de Tawi-Tawi, un pueblo de abundantes recursos y especial belleza, pero arrasado por una pobreza severa. Su retrato se acerca a la estampa más costumbrista, la cámara capta todos los detalles de la vida de la gente de este lugar, que se acoge a una pequeña esperanza y a una humilde vida, para afrontar el día a adía. A pesar de que la historia de su protagonista aporta numerosos gramos de ficción al relato, Mendoza parece más interesado en ese recorrido documental por cada una de las curiosidades de este lugar, ubicado en la nada, pero repleto de maravillas. Este realizador maneja un lenguaje visual exquisito, y ofrece todo un recital de excelentes imágenes, que se conjugan de forma notable con el repertorio sonoro, equilibrado con certeza e intercalado de una manera hábil. La riqueza visual del film se presta a un reportaje gráfico sobre un lugar desconocido y lleno de riquezas, pero el argumento y sus personajes principales se alejan de poseer riqueza y matices. Mendoza se preocupa tanto de retratar las anécdotas de Tawi-tawi, que se olvida de su historia y sus personajes, que pobremente construidos, caminan sobre un relato argumentalmente pobre y de insustanciales diálogos. Pese al excelente trabajo de los actores, algunas imágenes bestiales, así como la perfecta armonía del conjunto, la historia no deja de estar anclada en las veredas de la insustancialidad y no llega a funcionar, salvo en sus momentos finales. Aún así, estimable la poderosa visión de este realizador en este cuento tan real."
Lo mejor: La riqueza de su lenguaje visual.
Lo peor: Un argumento pobre guía este monótono relato.
NOTA: 7(****)
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