"Daniel Sánchez Arévalo vuelve con este cuento, un relato construido sobre una base amarga que se despega con sonrisa y humor para hacer frente de un modo optimista, a esos problemas cotidianos, que se hacen grandes y eternos y que amargan nuestra existencia. Sobre esos pequeños detalles, trata esta película, que se construye en dos vertientes, por un lado en una senda más personal, basada en la familia, las relaciones entre sus miembros, las dificultades de pareja y los enredos más curiosos pero a la vez más sinceros de este grupo social. El otro camino que encauza el film es el retrato de un país con virtudes y defectos, que lucha para poder seguir adelante y confía en sus sueños para vencer sus miedos. A pesar de un arranque algo flojo, y de cierto bagaje por lugares comunes y frases repetidas, la película va creciendo. Cierto es que el tono Arévalo ya empieza a repetirse, pero es innegable el talento de su creador para crear una obra llena de frescura y desparpajo. Si la entrada no le beneficia, la salida del film resulta absolutamente emocionante, pues todo el conglomerado de emociones, situaciones y personajes acaba por resaltar la complejidad de un relato que a simple vista parecía banal y simplista. Daniel sigue no sólo demostrando su gran capacidad de dirigir y escribir, sino de rodearse de un excelente equipo técnico, donde esta vez destaca un trabajo de montaje de Nacho Ruiz Capillas absolutamente extraordinario. Aunque, el punto fuerte de la cinta reside, como es frecuente en las películas de este realizador, en el reparto. A pesar de que el trío de actores jóvenes no destaca, resulta creíble en todo momento y en cierta manera realza más el trabajo de una inspirada Verónica Echegui, de un abrumador Roberto Álamo y de un superlativo Antonio de la Torre. Ellos tres, en especial el tercero, lideran un reparto que en términos generales defiende con honestidad y credibilidad su función, para conformar una cinta con indudables errores de guion, con ciertos encasillamientos, pero repleta de fuerza y energía para conducirte satisfactoriamente por su metraje."
Lo mejor: Roberto Álamo y Antonio de la Torre, ofreciendo un desternillante ejercicio interpretativo.
Lo mejor: Cierto transitar por lugares comunes.
NOTA: 7(****)
1 comentario:
Sin duda simplemente buena, aunque trate temas de lo más cotidianos.
Creo que la película tiene un buen ritmo, sabe saltar de la risa al llanto. No será la mejor del director pero sin duda una de las mejores del año.
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