Cien años de perdón:
"Siguiendo la tendencia de la producción patria de fusionar las cuestiones del cine de género con los intereses e inquietudes sociopolíticas latentes, Daniel Calparsoro configura una apuesta de aparente solvencia discursiva. La película juega a definir la ambigua barrera entre víctimas y verdugos dentro de la esfera corrupta que nos asfixia y deforma como seres humanos. En este sentido, el discurso se plantea muy interesante, evitando los puntos extremos y configurando posturas que permiten establecer un discurso nada fácil y que invitan a numerosas reflexiones. En contra, frente a esta matizada parte, las definiciones de género se antojan bastantes débiles. La película no avanza, y si bien el arranque es imponente, el desarrollo de la trama se antoja tan lineal que roza lo plomizo. Escaso interés despierta un entramado que requería de mayores giros, y que escasamente los forma y atiende a la derivación más rutinaria. Si bien establecemos análisis complejos, poco o nada aporta este film desde el punto de vista más cinematográfico, e incluso narrativo. Mención a la solvencia de la factura técnica y a un muy inspirado Rodrigo de la Serna que acumula la mayor parte de los elogios interpretativos de la cinta."
NOTA: 6(***)
La decisión de Julia:
"De productiva carrera en cine y televisión, pero alejado del foco de las cámaras Norberto López Amado, un realizador muy patente en nuestra industria, nos presenta un ejercicio muy intimista, que intenta indagar a través del pasado y el presente en nuestra psicología más pura. Su apuesta recorre numerosos vértices, que intentan construir una crónica humanista para comprender las dimensiones de nuestra identidad en comunión con lo que nos ha fermentado. Sin embargo, ni la trama, ni su aliada escóndida manejan buenas situaciones y personajes sólidos. La mayor parte de los giros de la película rechinan por su artificiosidad constante, llegando a rozar lo risible. Es una pena que una película de tal carga dramática y existencial provoque la risa involuntaria, pero es inevitable no sonrojarse con ciertas construcciones que parecen muy cercanas al ajercicio "culebronesco". En constraste, es admirable el trabajo de atmósfera que maneja la cinta, ya que la sensibilidad de su realizador se admira en una comprensión audiovisual absolutamente notable, fuertemente respaldada por un trabajo de fotografía de apreciaciones delicadas y capaz de explorar todo el universo psicológico de su protagonista. Punto y a parte para una Marta Belaustegui extraordinaria. Su composición rezuma elegancia y una capacidad de síntesis emocional admirable. Es una lástima que una composición tan solvente no sea vea respaldada por una historia y una película que advierten más cojeras que aciertos."
NOTA: 5(***)
viernes, 22 de julio de 2016
miércoles, 20 de julio de 2016
Crítica: Macbeth
"Hay obras que parecen intocables y otras que se renuevan constantemente a través de diversas revisitaciones a lo largo de la historia. El ejercicio cinematográfico ha posibilitado acudir a la recurrente postura de la adaptación de ciertas obras de un modo consecutivo. Es el caso de la poderosa tragedia de "Macbeth" de William Shakespeare, una historia negra, violenta, retorcida y de interesantes reflexiones y derivaciones. Si atendemos a la historiografía del sector en competencia, rápidamente dos realizadores nos asaltan, ya que Orson Welles y Roman Polansky han firmado las dos películas más sólidas sobre este tenebroso personajes del imaginario shakespereano. Ahora Justin Kurzel, director australiano poco conocido, adapta el relato aportándole su personalidad estilística. Este "Macbeth" tiene una estética muy poderosa, capaz de manejar y expresar con solvencia todas las sensaciones que planean en la tragedia: el dolor y la rabia de sus personajes, fuertemente posibilitada por un extraordinario equipo técnico donde vibra la extraordinaria fotografía y el trabajo de ambientación. Sin embargo, el problema viene cuando esta poderosa fuente de expresiones decorativas no concuerda con la revitalización del discurso, pues estamos ante una adptación vieja, que resulta densa por momentos, y que escasamente sabe sacar provecho al texto más allá de los efectismo visuales. Hubiese sido interesante, teniendo en cuenta la interesante visión de su realizador, plantear ciertas renovaciones en las situaciones, los conflictos, los personajes e incluso en sus diálogos, para que el film resultara más apetecible y menos plomizo. No obstante, hay una rica aportación y que poco interesará a los puritanos de la obra, y es la redefinición del personaje de Lady Macbeth que en su matizada moralidad resulta aún más perversa que en ocasiones anteriores. Su visión, más cinematográfica que teatral advierte una exquisita incorporación al imaginario cinematográfico de esta tragedia. Igualmente, hay que admirar que Marion Cotillard, extraordinaria, consiga alcanzar de forma tan sublime los objetivos planteados a su personaje. Su mirada condensa la expresión del auténtico demonio, sin desmerecer a un Michael Fassbender que defiende con solvencia a este pérdido guerrero. La química entre ellos es abrasadora y posibilita la credibilidad de un relato que cojea por encontrarse lejos de las metas que podría haber alcanzado de acuerdo a sus posibilidades expresivas."
Lo mejor: La redefinición de Lady Macbeth en manos de una extraordinaria Marion Cotillard.
Lo peor: La densidad de la propuesta.
NOTA: 6,5(***)
Lo mejor: La redefinición de Lady Macbeth en manos de una extraordinaria Marion Cotillard.
Lo peor: La densidad de la propuesta.
NOTA: 6,5(***)
lunes, 18 de julio de 2016
Premio honorífico. VIII Premios Blogger Albertaco 2016
Llegando al cierre de este intenso, pero intermitente curso cinematográfico, se acercan los premios mayores de este blog (Bloggers Albertaco), para valorar la producción vista durante este período cinematográfico. Por primera vez y tras una intensa reflexión y valoración, este blog ha decidido entregar su galardón honorífico de forma póstuma a uno de los grandes realizadores de la esfera cinematográfica internacional, fallecido hace poco más de una semana. Hablamos del gran Abbas Kiarostami, una de las figuras más representativas de la "Nueva Ola del Cine Iraní". Autor de obras claves como "¿Dónde está la casa de mi amigo?", "A través de los olivos", "El sabor de las cerezas" o "Copia certificada", con las cuales, entre otras joyas ha ganado la Palma de Oro de Cannes, el Gran Premio del Jurado de Venecia, y la Espiga de Oro (por partida doble) de la Seminci de Valladolid. Su mirada crítica a la sociedad iraní, los matices de su discurso y las particularidades de su lenguaje han perpetuado una de las obras de mayor riqueza expresiva de nuestra era, referencia en la forma de articular el discurso cinematográfico para encontrar mensajes de gran poder social y cultural. Su fallecimiento hace unos días trajo una enorme conmoción en su país y en todo el mundo cinematográfico y cultural, por lo que este blog ha decidido entregarle este año el galardón cinematográfico honorífico de forma póstuma.
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