¿Podrás perdonarme algún día?:
"Fabulando con riesgo en la estética clásica de los 50 y 60, de la creación artística y/o literaria estadounidense, se nos presenta la historia de Lee Israel, conocida biógrafa, que en los 90, debido a una mala racha tanto en su vida personal como profesional, inicia un periplo tan controvertido e ilegal, como fascinante desde el punto de vista creativo. Proceso que se torna trascendente desde una óptica artística, como reivindicativo en pro de los derechos de la mujer, y su valor como autora. No obstante, contando con una interesante premisa, un juego estético arriesgado y dos actores colosales, irreconocible y magnética Melissa McCarthy y valiente Richard E. Grant, la película se antoja tan anecdótica, tan liviana, y hasta tan superficial, que lo que podía haber roto moldes de un modo solvente, se convierte en un acomodado ejercicio de entretenimiento."
NOTA: 6(***)
Black Panther:
Si alguien hubiese vaticinado que un producto del mundo Marvel iba a tener tal respaldo crítico nadie lo hubiera creído. Pues "Black Panther" ha sacudido y roto moldes, para alcanzar esa a veces controvertida cima del buen cine. Son varias las razones que pueden haber dirigido este posicionamiento, entre ellas un universo y unas ideas en clara vigencia con la paleta discursiva que nos ocupa. Pero lo cierto es que, a pesar del grato entretenimiento que nos ofrece, ciertas fortunas técnicas de la cinta y un reparto en general muy acorde, la película sigue derrapando en las mismas curvas que agotaban ejercicios anteriores, y al final acaba elevándose el producto por encima de sus ideas de trascendencia."
NOTA: 6(***)
Bohemian Rhapsody:
"Condenada inicialmente al fracaso, el recorrido por la vida y obra de Feddie Mercury y su grupo Queen ha resucitado con absoluto éxito hasta el punto de ser la película más respaldada por el público de todo el año pasado. Lo cierto es que analizándola, muchas de sus claves explican la gran conexión popular: el ritmo potente, la presente música y las notas de cierto convencionalismo narrativo. A esto se suma, la entregada aportación de Rami Malek, así como una digna factura técnica. No obstante, queda la pena, o la idea de injusticia, por haber labrado un ejercicio tan convencional como superficial de una de las vidas y obras más interesantes y complejas del siglo XX.
NOTA: 6(***)
Border:
"La rareza en numerosas ocasiones se convierte en un símbolo de belleza. Tras su exitoso paso por el festival de Cannes, esta película sueca ha encontrado su camino en los alardes de la industria y en cierto posicionamiento crítico. La historia de amor de dos trolls se convierte en el motor principal para confinar un discurso que navega entre los límites de lo racional y lo emocional, de lo institivo y lo construido, de la naturaleza y la cultura. Es esa frontera la que dibuja y nos cuestiona este film de extrañas aportaciones, pero convencional historia. Y es quizás aquí donde la película no termina de erguirse, pues después de una primera hora llena de abstracta belleza, confina sus líneas dramáticas a virtud de un convencionalismo que chirría por no encajar con los propósitos iniciales. Con ello, su extraña belleza, la épica aportación de sus dos actores principales, y uno de los trabajos de maquillaje y peluquería más bellos del año, la convierten en un estimulante ejercicio para ser revisado una y otra vez."
NOTA: 7(****)
Cold War:
"Después del éxito de "Ida", Pawel Pawlikowski encuentra un nuevo vehículo de éxito. Encuadrada en la época de la guerra fría, a través de un viaje por Europa, se nos cuenta la historia de una pareja, de un amor, un desamor, y finalmente una derrota, la derrota de los otros, aquellos que inconformistas con lo que está pasando en Europa tuvieron que sucumbir al abrigo del dolor. Esa es la historia de este ejercicio de postales que nos lleva a espacios y momentos tratados como instantáneas de un recuerdo, de una memoria dolorosa, que se atisba necesaria revisar una y otra vez. Es el recuerdo de estos amantes, incapaces de amar, a pesar de sus continuos encuentros. La película, de una fotografía extraordinaria, compleja en su uso de la luz y de la profundidad, encuentra magia en el rostro de Joanna Kulig, que inmensa en su composición, nos retrae a las divas más clásicas y se convierte en el corazón de una película fría por momentos, excesivamente pautada y encorsetada, tanto que no termina de encontrar diálogos emocionales para hablar de algo tan vivo y a la vez tan doloroso. Su concepto, con toda su magia, debería haber dejado respirar a unos personajes tan bellos como abatidos."
NOTA: 7(****)
El blues de Beale Street:
"Barry Jenkins demostró con "Moonlight" su indiscutible capacidad para la poesía cinematográfica. Su nueva apuesta, basada en la novela de James Badwin, aborda la problemática racial desde una óptica muy diferente, hasta necesaria. El activismo político-social, y las formas subrayadas dan paso a una sensación, un estado de ánimo, que se siente en el aire, en la bruma, en el lirismo de las imágenes y sus espacios. Así es, Barry Jenkins nos aborda la historia de una pareja en plenos años 70, y en una sinfonía urbana plagada de lirismo, encuentra su vehículo para trasladarnos la sensación de una arrebatadora tristeza. Los personajes sobreviven, y su historia planea entre la realidad y el ensimismamiento. Quizás en esta dualidad la película no termina de encontrar su equilibrio, pues las formas dramáticas a veces se antojan excesivamente exacerbadas, e inoportunas. Con ello, la rotunda mirada de Jenkins, el aporte de unos actores espléndidos, y una factura técnica vibrante (especial mención a la fotografía y la música), nos regalan un ejercicio de deleite, de pausa, de absoluta poesía."
NOTA: 7,5(****)
El regreso de Mary Poppins:
"Desde el anuncio del remake de uno de los clásicos más populares del Séptimo Arte, la expectación fue mayúscula. Rob Marshall, habituado a este tipo de ejercicios, tomó las riendas. Y el resultado es ciertamente desigual, lejos, pero muy lejos de su predecesora. La película sin encontrar una línea narrativa potente, fragua un sin fin de números musicales orquestados con atino, pero alejados de la profundidad que manejaba el clásico de Disney. Estamos ante un film sumamente entretenido, con una inspirada Emily Blunt, y de notable presencia estética, pero inmerso en una superficialidad, que del mismo modo que te hace disfrutar durante el trayecto, te aleja de él, una vez terminada la función. Una pena que un proyecto tan esperado haya quedado en una expresión anecdótica."
NOTA: 6(***)
El vicio del poder:
"Cierto miedo nos generaba la nueva apuesta bizarra de Adam McKay, pues su anterior película, "La gran apuesta", había sido un despropósito cargante en toda regla. Sin embargo, la sorpresa ha sido mayúscula cuando el ingenio, la mala baba, y numerosas dosis de humor negro han empañado con gracia esta particular mirada a lo que fue Dick Cheney. Particular y feroz político, figura clave durante el mandato de George W. Bush, encuentra aquí un retrato repleto de ironía, en el que un vertiginoso y hábil montaje otorga capas de ingenio y complejidad a lo que fue su vida, y en torno a ella, la realidad estadounidense de nuestro tiempo. Es indudable que el efectismo es una de las marcas de esta película, a veces excesivo, pero siempre latente en su deseo de descomponer una figura mítica. En este sentido, Chistian Bale personaliza esta figura de una manera excelsa y compone uno de los mejores trabajos interpretativos del año, y se acompaña de la feroz sutileza de su esposa, Amy Adams. Una película provocadora, diferente y repleta de ingenio."
NOTA: 7,5(****)
La buena esposa:
"Barajando las líneas del "Me Too", Björn Runge configura la historia de una mujer en la sombra, a partir de la novela de Meg Wolitzer. La historia de una injusticia histórica que explora el sentir silencioso de todas aquellas mujeres creadoras, líderes, edificadoras, que por culpa de la sociedad machista han tenido que sucumbir al más férreo olvido. La historia de como un escritor gana el Nobel de literatura en virtud del ejercicio de una mujer sacrificada es la línea dominante de una película tan necesaria como irregular. Las líneas predecibles, el uso abusivo de calzadores y unos secundarios excesivamente caricaturizados, son los motivos principales para que este ejercicio, que en principio se prestaba a romper barreras, se quede en algo anecdótico y por momentos forzado. No obstante, ver en acción la labor de dos inmensos actores, Jonathan Pryce y Glenn Close, se convierte en un importante aliciente para entregarse a los brazos de esta desigual película."
NOTA: 6(***)
Un asunto de familia:
"A estas alturas Hirokazu Koreeda no necesita demostrar que es uno de los grandes creadores de nuestro tiempo, y un visionario a la hora de adentrarse en las emociones del ser humano. Su nueva película, premiada con la codiciada Palma de Oro del Festival de Cannes, ahonda en su línea dominante, esta vez comprendiendo la historia de una familia pobre, que en su afán de supervivencia tiene que desafiar los límites de la legalidad, e incluso la moralidad dominante, en un proceso de lucha contra uno de los males de nuestro tiempo: lo políticamente correcto. En ese sentido, Koreeda vuelve a demostrar su indudable capacidad para dar forma a las emociones en este grupo de personajes, y consigue llegar al corazón a través de las armas más honestas y sutiles, contando con el respaldo de un excelente reparto. Sin embargo, navega cierta sensación de ya visto, y de que a pesar de las numerosas virtudes, estamos ante una cinta menor del nipón. Una película que debido al amplio abanico de personajes, y su deseo de encontrar hueco en cada una de sus vidas, a veces tiende a cierta dispersión, dejando clara constancia del indudable talento y la clara humanidad que trasciende en la pantalla."
NOTA: 7(****)
Un lugar tranquilo:
"De forma generalizada, el género de terror es sinónimo de escasa calidad, hablando de la línea presente. No obstante, a veces, hay trazos de cierta genialidad e ingenio. Quizás podríamos encuadrar en este sentir, esta propuesta tan interesante como irregular. Una película que plantea un universo propio a través de los juegos sonoros, y que confabula una serie de ideas sumamente atractivas. El problema es que este conjunto ideado no termina de encontrar una resolución acertada, y va decayendo hasta a un final tan fácil como industrial. En la línea positiva, hay que mencionar la excelente factura técnica, en especial un diseño de sonido magistral, así como la notable labor de Emily Blunt, que da forma y consistencia a un cuento tan terrorífico como a veces insuficiente."
NOTA: 5,5(***)