Tras dejar este curioso y complejo 2011, damos la bienvenida a un nuevo año. Un año esperemos cargado de buen cine, ilusiones y de ganas por sacar a la luz grandes obras. 2011 ha sido un año especial para el cine europeo, que ha visto joyas como "The Artist", "Melancolía" o "La piel que habito". El cine español ha tenido una cosecha bastante variada y con un especial hincapié en el cine de género. Los Americanos nos han mostrado desde grandes bodrios, a clásicos modestos, hasta excelentes experimentos, como es el acontecimiento cinematográfico del año, "El árbol de la vida". Ha sido un año de premios curiosos y comprometidos, Hollywood encumbró el clasicismo de "El discurso del rey", Berlín fue comprometido con "Nader y Simin, una separación", Cannes arriesgó con "El árbol de la vida", San Sebastián sorprendió con "Los pasos dobles y Venecia nos conmovió con "Fausto". En el camino se quedaron grandes del cine y del arte. Pero lo más importante de este 2011, es que frente a crisis, dificultades, problemas, el cine ha sabido seguir adelante para contar nuestra vida, para enamorarnos. Porque todos los que lo vemos y hacemos somos CINE, porque la vida es CINE. Brindemos por un gran año 2011, y porque este 2012 sea mejor para todos los aspectos de la vida, que se vean iluminados y retratados por esa gran pantalla a la que te acercas con los ojos muy abiertos para poder sentir la magia del Séptimo Arte.
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