jueves, 31 de octubre de 2019

Crítica: La trinchera infinita

"1. Mamífero insectívoro del tamaño de un ratón, de cuerpo rechoncho, cola corta y pelaje negruzco suave y tupido, que tiene hocico afilado, ojos diminutos y casi ocultos por el pelo, y cinco dedos armados de fuertes uñas que le sirven para socavar y apartar la tierra para abrir las galerías subterráneas donde vive. Partiendo de cierto valor semántico nos adentramos en el valor de la conceptualización para descifrar la mecánica y simplificada tarea de quien vivía durante más de 30 años entre cuatro paredes por miedo a ser descubierto. Y así llegamos a los topos: ideas perdidas, y vidas aún enterradas por el injusto devenir de la memoria colectiva. Los que desentrañaran las vísceras del mito a través de "Handia" nos ofrecen la vivencia de uno de esos "topos", que la Guerra Civil y el posterior período de represión generó. Con un arranque atronador por su valor experiencial y su portentoso viaje cinematográfico, se nos introduce en los albores de la sierra onubense para contarnos la historia de Higinio y Rosa, dos supervivientes de la historia. Durante su viaje emocional, asistimos a más de tres décadas de represión, uno desde dentro y otra desde fuera. Si bien el trayecto nos regala secuencias que invaden el dolor de nuestra retina, y la resolución de los conflictos nos lleva a una de las películas más firmes del período en cuestión, si es cierto, que la circunstancias inmersivas que requería la película a veces se pierden a favor de un ejercicio más convencional, más melodramático, y menos rotundamente dramático. En este vaivén, la película a veces no aprovecha tan ferozmente sus armas, y provoca cierto distanciamiento, como ya pasara en cierta manera con la predecesora de estos creadores. No obstante, la firmeza del relato, las expresivas miradas de una fotografía inquieta, y de un trabajo de arte minucioso, así como dos actores absolutamente inmensos (Belén Cuesta rompe todos los moldes y nos regala un trabajo memorable), nos llevan a través de un viaje sobrecogedor hacia las entrañas de un infierno silencioso, el de los olvidados, el de aquellos que nunca tuvieron nombre, pero que sufrieron más que nadie las consecuencias de un régimen tan oscuro como opresor."
Lo mejor: La tremenda entrega de sus dos actores protagonistas.

Lo peor: La sensación de que podríamos haber asistido a un ejercicio mucho más experiencial y radical.


NOTA: 7,5(****)

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