Crítica: Avatar

Avatar: 5,5(***)
Sin duda estamos en un año muy variado, bueno para el cine europeo en general, español, francés...pero también en un año más flojo para el cine norteamericano, un año lleno de cine sobrevalorado para la industria americana, este es el efecto que ha sufrido "Avatar", una película correcta, pero sobrevalorada hasta decir basta. James Camerón me parece que no merece estar clasificado dentro del grupo de directores como Polanski, Coppola, Eastwood, Escorsese...Es un director que intenta impresionar con increíbles efectos visuales, pero sus historias son muy planas, con guiones flojos, a excepción de "Alien, el regreso". Su último film sufre el mismo efecto, a pesar de que es una historia muy original, con personajes muy curiosos, encierra tópicos ya muy trillados, y maniqueísmos que llegan a parecer infantiles, metáforas demasiado evidentes y escenas que sobran, como las excesivamente románticas y las pesadísimas escenas bélicas. El guión por mucho que se analice es flojo e insustancial, cuatro frases bien elegidas y el resto evidentes, infantiles y flojas. Frente al flojo guión, un director perdido, y unos actores sosos, a excepción de la interpretación correcta de Sigourney Weaver, nos encontramos con un magistral equipo técnico, todo lo que nos muestra el film es el trabajo técnico de forma exagerada. Efectos visuales impresionantes, difíciles y creativos se combinan con el espectacular juego de sonidos. Una música agradable, creativa y muy bien intercalada en el film, capaz de dibujar la alegría, el dolor, la destrucción...Perfecta dirección artística, buena fotografía, aunque con momentos erróneos, excelente montaje de imágenes conjugan el perfecto equipo técnico. Sin duda, se habla de que este film ha revolucionado la historia del cine, pero se debe aceptar que esta revolución se debe a un cambio creativo y perfecto en los efectos visuales, seguro que habrá muchas opiniones distintas sobre el film, pero es innegable que nos engañan fácilmente con grandes efectos visuales. Merece especial atención, la canción final "I See you" de Leona Lewis, preciosa y emotiva.

Lo mejor: Los efectos visuales, impresionantes.

Lo peor: Que está muy sobrevalorada, y no se valora en su justa medida.