martes, 10 de noviembre de 2015

XVIII Festival de Málaga. Cine español. Sección Oficial:

La deuda (Oliver's Deal):
"Como un puzle de historias entrelazadas al más puro estilo Iñárritu-Arriaga, Barney Elliot configura esta crónica sobre las desigualdades, y sobre la opresión de un mundo sobre otro. Hablamos de una visión ya muy sonada sobre las consecuencias que tienen las acciones de los favorecidos por vivir en la primera escala planetaria. Aunque el guion es sólido, y el cruce entre historias se desarrolla sin imposturas, nada nuevo se avecina en esta película que se acoge a repetir con solvencia la fórmulas de este tipo de películas, sin apelar al mínimo riesgo o impacto. Mención aparte merece un trabajo técnico meritorio, en especial una excelente fotografía, y un reparto que aporta contundencia, para de este manera, respaldar las carencias de una película que peca de estar excesivamente encorsetada en sus propias definiciones."

NOTA: 6(***)

Cómo sobrevivir a una despedida:
"Nueva comedia facilona en el panorama cinematográfico nacional, pero esta vez con cierta energía, y a la vez cierto realismo que te engancha de principio a fin. Y así es, pues aunque los clichés, los estereotipos y las frases trilladas inundan la función, la película divierte y entretiene, sin decaer en ningún momento, gracias en parte a su desparpajo y frescura, a un montaje estimable que aporta un ritmo trepidante a la cinta y a un reparto que se defiende con solvencia, con mención especial a una inspirada Celia de Molina. Un film que no aspira a más, pero que claro en sus objetivos los alcanza de forma más que suficiente."

NOTA: 5,5(***)

Matar el tiempo:
"La vuelta de Antonio Hernández se plantea como un thriller sobre el mundo de la prostitución (en este caso, cibernética), y todo lo que trae detrás. Con un comienzo prometedor, la película se va desinflando, cayendo en todos los tópicos habidos y por haber, consiguiendo que la tensión del género derive en un ejercicio cómico involuntario. Conforme avanza el metraje difícilmente se sostiene una trama al borde del abismo, que si bien perfilaba sus inicios con astucia, pronto cede sus bazas al descenso de la impostura. En contraste, el buen ritmo de la cinta, y las siempre sólidas labores de fotografía y música nos permiten seguir con interés lo que transcurre en la pantalla, a través de un reparto muy desigual, pues si los protagonistas se defienden de forma aceptable, el elenco de secundarios da vergüenza ajena. Nuevo patinazo de un director que prometía mucho y poco a poco va demostrando que no es tanto."

NOTA: 3,5(**)

Tiempo sin aire:
Los realizadores que iniciaran su andadura con una mezcla entre thriller y comedia, aquí apuestan sus cartas con una producción más seria en todos los sentidos. No sólo hablamos del género abordado, sino de la envergadura de este proyecto. La película avanza con ritmo, se sigue cómodamente, pero las convenciones no dejan de repetirse hasta resultar agotadoras. Una película inédita dentro de nuestra cinematografía a la hora de abordar la guerrilla de las FARC en Colombia y sus secuelas, pero que trata este tema de un modo absolutamente olvidable, entre lo obvio y lo impostado. No obstante, las necesidades de la producción son suplidas con buenos resultados, a destacar el buen trabajo de ambientación. Con respecto al ejercicio del reparto, las aportaciones son muy desiguales, pero si hay algo que queda de toda la película es esa mirada, ese llanto, esa fuerza arrebatadora que transmite Juana Acosta en un trabajo extraordinario. Su coraje y su entereza mantienen una película al borde del desastre, que atiende sus mejores bazas en su tramo final, ciertamente desconcertante."

NOTA: 5(***)


El país del miedo:
"Sobre la interesante novela de Isaac Rosa, el debutante Francisco Espada configura este relato cinematográfico sobre la parálisis que provoca el miedo más cotidiano. Las reflexiones y planteamientos que origina la novela se plasman con solidez en la película, gracias a una conseguida atmósfera que consigue introducir al espectador en ese ambiente gélido que provoca el miedo. No obstante, el avance de la trama y sus correspondientes giros no se desarrollan de forma adecuada, provocando que la cinta se quede de forma constante en esa presentación inicial, lo cual provoca que el desencadenante final resulte entre ridículo y poco creíble. Por otro lado, si José Luis García-Pérez y Cristina Plazas ofrecen sus mejores bazas, el resto del reparto se tambalea entre la ineficacia y la impostura. Una historia que pedía mucho más que una atmosfera bien conseguida, la cual solventa como puede las carencias de un guion que tambalea los cimientos de un ejercicio que aspiraba a ser interesante."

NOTA: 5(***)


Requisitos para ser una persona normal:
"La ópera prima como realizadora de la actriz Leticia Dolera compendia una comedia muy luminosa mediante una amalgama muy concienciada de referentes. La película es notable a muchos niveles: técnicamente es impecable, la dirección aporta frescura a toda la historia y el reparto materializa un gran talento. Pero detrás de esas aportaciones, advertimos una película que si bien estéticamente funciona muy bien, por dentro se avecina muy vacua. Aunque detrás de este feliz relato se quiere dar forma a un intenso abanico emocional, difícilmente se consigue cuando prima el efectismo visual (apoyado en los referentes citados) por encima de la definición de la historia y sus personajes. Uno sale del cine satisfecho del deleite visual disfrutado, pero el tiempo hace olvidable una película que debería haber rellenado más sus huecos."

NOTA: 6(***)


Asesinos inocentes:
"Se puede hacer un film con claras intenciones comerciales, y más orientadas a cierto público juvenil, pero lo que no se puede es tener la falta de honestidad de tratar como subnormal al citado público. Esto es lo que hace "Asesinos inocentes", convirtiendo un thriller (con ciertos resquicios de comedia) en una película patética. La película avanza hacia un ridículo insalvable. Nada se sostiene por ningún lado, y las interrogaciones nos invaden por la falta de credibilidad que nos despierta el bodrio que tenemos ante nuestros ojos. Tampoco la labor técnica logra salvar de la quema una película que peca de arbitraria, entre otros defectos. Si algo hubiera que salvar de esta cinta inclasificable es la veracidad de Aura Garrido, que parece perdida en tal nefasto intento de engañar despiadadamente al público más incrédulo."

NOTA: 1,5(*)

Sexo fácil, películas tristes:
"Con una premisa bastante original, el debut de Alejo Flah, compendia un ejercicio a dos voces: entre la realidad y la ficción. Si bien el experimento (La de configurar otra vida a través de la escritura y poder verla en la pantalla) resulta prometedor, las dos partes nunca llegan a casar. La parte de la realidad resulta superflua y ruidosa, haciendo que el interés de la cinta se pierda por completo, mientras que las aportaciones de la ficción permiten ganar enteros de forma significativa, gracias a la labor de unos actores inspirados. Desde la pareja protagonista formada por Quim Gutiérrez y Marta Etura, que explotan una química envidiable, hasta los dos secundarios explosivos, unos acertados Carlos Areces y Bárbara Santa Cruz, consiguen que la luminosidad de la ficción, por momentos algo edulcorada, supere con creces a la otra vereda, resultando de este modo un ejercicio quebrado, que en el campo del adorno se mueve muy bien, pero que se aleja considerablemente de un tratamiento acertado de la propia realidad."

NOTA: 4,5(**)

A cambio de nada:
"Ya nos sorprendió con su cortometraje "Sueños" y de nuevo Daniel Guzmán vuelve a sorprendernos detrás de la cámara con su primer largometraje. Su película se nota hecha desde las entrañas y su trabajo de dirección es exquisito, consiguiendo que muchos de los pormenores de la película se solventen. No obstante, se echa en falta un guion más maduro, más real, que arriesgue más y que evite cierta condescendencia. En ese sentido, Guzmán, en vez de aportar más verosimilitud a la cinta, se la quita en pro de un ejercicio que contente a un público lo más numeroso posible. Se echa en falta garra y cierto realismo del que definitivamente huye la película. No obstante, junto al meritorio trabajo de dirección citado, es de mencionar la solvencia técnica de la cinta, y lo inspirado que se encuentra todo el reparto, donde merece especial atención un Antonio Bachiller que arrasa con todo lo que se le presenta delante. Su labor es una de esas chispas que necesita la película, y que tanto requiere en su despojo, no del todo acertado, de toda marca de crudeza o realismo."

NOTA: 6,5(***)

Los exiliados románticos:
"Si uno sigue la filmografía de este joven director, uno puede advertir una tendencia común en cuanto al tipo de cine que realiza y las fórmulas empleadas. Una vez más, Jonás Trueba apuesta por un estilo diferente, para compendiar esta particular "road movie" sobre la amistad y el amor. Sobra soberbia, citas de más y cierta postura progresista impostada, pero con ello, estamos ante un ejercicio estimulante que no sólo desarrolla esta particular comedia con solvencia y naturalismo y hace funcionar cada uno de los elementos que intervienen en ella, sino que también articula uno de los discursos más estimables del nuevo cine español."

NOTA: 7(****)


Aprendiendo a conducir:
"Como ya hizo anteriormente, unas de las voces más curiosas del cine español, la realizadora Isabel Coixet, vuelve a fraguar una cinta "por encargo". Esta vez, bajo el abanico de la comedia con tintes dramáticos. Esta historia con mucha espiritualidad no sale de los cánones tradicionales, confinando una pieza repleta de clichés, en la que el adjetivo de lo anodino invade la pantalla. Todo está en su sitio, pero nada provoca el más mínimo atisbo de ruptura, derivando en la máxima indiferencia posible. Con una buena fotografía, este film insulso cede sus valores al trabajo de dos grandes actores: Patricia Clarkson y Ben Kingsley, los cuales vuelven a ofrecernos el mejor de los recitales a pesar de encontrarse en este ejercicio olvidable."

NOTA: 5(***)

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