jueves, 15 de septiembre de 2011
Crítica: Midnight in Paris
Midnight in Paris: 7,5(****)
Una vez más, Woody Allen vuelve a la carga, con su género por excelencia, la comedia. Para empezar, aclarar que la fórmula Allen se está volviendo algo pesada y repetitiva, lo que necesitamos los espectadores que seguimos sus películas es un impacto emocional como lo fue "Match Point" que nos dejó a todos noqueados, abrumados, encantados, por la fuerza y la grandeza del mejor Allen. Creo que no esperábamos demasiado de este último film, después de sus últimos descalabrados, y la verdad nos hemos llevado una sorpresa muy grata. El nuevo film del neoyorkino es un recorrido por el París más dulce, más ingenioso y más artístico, un viaje nocturno a los años 20, que nos descubre grandes autores de aquella época y nos remarca otros que a día de hoy son reconocidos en todo el mundo, un viaje por el arte, por el amor y la belleza. Allen nos deja su faceta más cálida, más sensual y más romántica. Su film es divertido, encantador, y muy original, principal factor que determina su buen curso. La originalidad es el punto culminante de esta película, el ingenio de Allen vuelve a la carga. Pero hay que recordar que esto no es un film mayor de Woody, no es "Annie Hall", ni "Manhattan", sus tópicos siguen presentes, como la pareja protagonista que vislumbra lo repetitivo del último cine del realizador. Él en el papel de tonto pasivo y ella como la dominante materialista, nos recuerdan a que nuestro querido director debe cambiar ya un poco la fórmula, porque cansa. Aún así, el film merece un reconocimiento por ser tan honesto. De lo mejor de este, es el guión, que brota con fuerza y nos introduce de forma asombrosa en la historia, gracias a él la dirección de Allen es efectiva. El equipo técnico trabaja muy bien, destacar el excelente trabajo de ambientación de los años 20, la dulce fotografía y una música agradable. El reparto también es de lo más gratificante, Owen Wilson y Rachel McAdams no me llegan a convencer, pero el resto del reparto engrandece el film, destacar al divertido Adrien Brody, la convincente Kathy Bates, el ingenioso Michael Sheen y la muy dulce y encantadora Marion Cotillard, que nos enamora en cada escena. Cada actor, cada nota, cada palabra dan ese toque tan pintoresco a esta película que marca con nota la filmografía de Woody Allen.
Lo mejor: La originalidad del guión.
Lo peor: Ciertas fórmulas de Allen que ya resultan repetitivas.
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2 comentarios:
Efectivamente, yo creo que en el éxito de este film también han influido las bajas expectativas ante los, digamos flojos, filmes anteriores.
Puedes leer mi reseña de esta película en http://premiosdelpublicotv.blogspot.com/2011/09/critica-de-midnight-in-paris.html
Saludos!!!
Woody Allen es un director muy especial, para mí es casi un mito del cine en vida. Me he criado viendo películas suyas y siempre me han gustado, unas más, otras menos. Nunca me han fascinado, pero sí entretenido y dado algo en qué pensar. Si una película, un libro o una pintura te da algo en qué pensar, creo que ha conseguido algo importante. En efecto esta película no creo que sea una grande como Match Point, Manhattan, Annie Hall... Pero creo que nos muestra al director tal y cómo es y precisamente el personaje que encarna Owen Wilson es una clara proyección del propio Allen, por su forma de actuar, de sentir, y de relacionarse, así como de amar.
La fórmula que dices te resulta repetitiva es comprensible, pero a mí me resulta encantadora por esa misma razón, porque es sincera, porque el autor es así (es un egocéntrico como todos los artistas, no podemos culparle jeje). Y la nota de surrealismo que dan los viajes en el tiempo es algo que echaba de menos en sus películas. No tiene precio la escena de Dalí y su obsesión con los rinocerontes. Y Marion Cotillard se come la pantalla la verdad, un contraste enorme con el papel de la esposa, que llega a asquearte, aunque nos hace recordar cosas que seguramente todos hemos vivido.
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