miércoles, 29 de agosto de 2012
Crítica: Elefante blanco
SINOPSIS: Gerónimo (Jérémie Renier) es un hombre de 45 años devastado por un suceso trágico. Su amigo Julián (Ricardo Darín) intenta sacarlo a flote animándolo a participar en el proyecto de un poblado marginal de los alrededores de Buenos Aires. Los dos son sacerdotes católicos que decidieron dedicar su vida a los más pobres: Gerónimo en el Tercer Mundo y Julián en Argentina. Mientras trabajan en Villa Virgen, Gerónimo empieza a cuestionarse si la Iglesia es la institución adecuada para proteger a los más débiles. Julián, por su parte, decide que el mejor camino para cambiar las condiciones de vida de los necesitados es la política. El contrapunto lo representa Luciana (Gusmán), una abogada atea, que tiene una perspectiva distinta sobre las reformas sociales.
COMENTARIO CRÍTICO:
"Un film que ha marcado un hito histórico en Argentina, por su nombramiento de interés social y cultural, y por su éxito de público, que poco frecuenta este tipo de productos sociales. Una película que refleja con sinceridad las heridas de un barrio alejado de la mano de Dios, nunca mejor dicho, un lugar donde la pobreza, la masacre y la miseria se dan la mano, por su incapacidad de ser cambiado y por su distanciamiento de la esfera socio-política. Pablo Trapero vuelve a confiar en el cine de carácter social, obras que intentan reflejar una realidad cotidiana manchada por la miseria, como forma de concienciar a un público amplio y a ciertos sectores tan poco conectados con esta parte de la esfera terrestre. "Elefante blanco" es un film necesario, pero también excesivamente ambicioso, quiere abordar demasiadas historias, temas, personajes, y quiere dotarlos a todos de una gran fuerza y complejidad, pero al intentar abordar tanto en tan poco espacio, la historia cae en la superficialidad, en un mero retrato documental. La película en ciertos momentos pide más emoción, que te desgarre la garganta, pero en ningún momento, sin llegar a aburrirte, consigue esta enmienda. El guion enlaza demasiados entresijos, demasiados matices, que sin ser desarrollados en profundidad, quedan en una superficial imagen de un conflicto que sigue estando lejano. La solvencia técnica de un Guillemo Granillo, capaz de crear una luz y unas tonalidades adecuadas para reflejar la miseria, de un montaje rápido y fugaz capaz de acelerar el pulso de la sangre, fruto de un excelente trabajo conjunto entre Nacho Ruiz Capillas y Pablo Trapero, y de una ambientación realmente acorde al espíritu de degradación que el film quiere transmitir, choca con esas horribles canciones, y esas escasas piezas músicales, que además de carecer de originalidad, están intercaladas de forma errónea. El reparto liderado por unos notables Ricardo Darín, Jérémie Renier y Martina Gusman, consigue que el espectador no despegue su atención y su mirada de esta interesante obra, bastante bien pulida, pero a la que le falta intensidad, y complejidad por los cuatro costados."
NOTA: 7(***)
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1 comentario:
Sin duda es una cinta que se enfoca a la crítica social con una historia central que invita a la reflexión y al debate, y con diferentes relatos paralelos que, sin ser del todo atrapantes, acompañan correctamente la cruda y muy interesante narración principal. Vale mucho la pena. Hace poco la vi en hbo filmes y la he disfrutado mucho.
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