lunes, 11 de diciembre de 2017

Crítica: Alanis

"Hay historias tan contadas que la pereza muchas veces se convierte en el arma de distanciamiento de realidades muy latentes que perviven en estos relatos recurrentes. La visión sobre el mundo de la prostitución femenina ha encontrado, a través de voces muy diversas, ecos muy interesantes y otros más prescindibles, y nuevamente en la mirada de Anahí Berneri vuelve a resurgir. Su película juega al desconcierto desde el primer minuto, con una postura a caballo entre la docurealidad y el esteticismo psicológico. Uno no sabe donde apoyarse, y al final, después de tanto vaivén, acabas entendiendo la necesaria postura de su directora, de no comprometerse de ninguna manera con la realidad que está retratando, para huir del juicio moral fácil y oportunista. Entiendes su hábil argumento, pero su continua dicotomía acaba alejándote tanto de esa realidad, y centrándote en la controlada discursiva sobre la misma, que con indiferencia prescindes de acercarte a ella. Es una lástima, que en su arriesgado salto mortal, para plantear este ejercicio, no haya encontrado un punto intermedio que a veces equilibre las dos posturas y encuentre a través del nexo de las mismas la necesaria humanidad que te acerce a la historia de Alanis. En cualquier caso, a pesar de los logros a medias, este film contiene sustancia. Sustancia basada en ese sucio juego de espejos, en la mirada furtiva de una realizadora comprometida con la realidad que le compete y en la entereza de una actriz notable, que aporta verosimilitud a su noble hazaña. Esta ocasionalmente se eleva con astucia entre las redes excesivamente mecánicas que la aguardan."
 
Lo mejor: La verdad que transmite Sofía Gala.

Lo peor: La excesiva mecanización del discurso.



NOTA: 6(***)

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