"Tras un tiempo de inactividad quiero hacer una especie de breve memoria crítica sobre las dos ceremonias de galardones cinematográficos más importantes para mí, y para muchos cinéfilos de nacionalidad española en un formato comparativo, que intentando respetar las claras diferencias geográficas y presupuestarias, juega a diseñar una línea común de actuación ajustándose al margen de posibilidades de cada opción. Han pasado ya semanas desde la gala de los Goya y apenas unos días de la ceremonia de los Oscar, sin duda los dos eventos cinematográficos de mayor expectación personal y que han sido quinieleados en sus diferentes categorías y esperados durante meses por un amplio número de amantes del Séptimo Arte. Como en todo gran evento, la antesala se disputó en la alfombra roja. Horas de gran expectación en el mundo de la moda y con ciertos matices aparcados en el sector de referencia. La línea de la corrección, y el excesivo riesgo compendió el desarrollo de esas horas previas a las respectivas ceremonias. Si Penélope Cruz, Bárbara Lennie, Elena Anaya y Carmen Elías deslumbraron en los Goya, en los Oscar hicieron lo suyo Julianne Moore, Jessica Chastain, Cate Blanchett y Marion Cotillard. Acontecidos los preámbulos del espectáculo cinematográfico, las miradas fueron fijadas en el oficio del conductor de la gala, que en el caso de los Oscar, es decir en el caso de Neil Patrick Harris, su intervención aunque iniciada de forma curiosa, fue insípida y carente de gracia, en contrapunto con el enorme esfuerzo y talento de Dani Rovira, que sin sobresalir, condujo la ceremonia con un aplomo admirable. Por otro lado, hablando del ritmo, la duración y las intervenciones cómicas y musicales, si la ceremonia hollywoodiense cumplió con creces este cometido, exceptuando la baja calidad de ciertas interpretaciones de canciones nominadas, los Goyas acudieron al exceso de duración ofreciendo a partir de cierta hora una gala soporífera y excesivamente alargada por la inclusión de ciertos contenidos innecesarios(El número de claqué, la vergonzosa intervención de O´Dogherty, y el barroquismo excesivo en los tramos finales que jugaron la aparición cómica de Alberto López y Alfonso Sánchez y la intervención musical de Poveda, sin olvidarnos de los discursos eternos de muchos premiados), que provocaron la decadencia de un espectáculo que prometía mucho más gracias al impresionante e imborrable número inicial, una declaración de principios ante la situación que vivimos. En cuanto al reparto de galardones, el ejercicio de los Goya y los Oscar fue totalmente contrapuesto. Los Goyas premiaron el consenso y cierta injusticia depositando toda su confianza (un total de 10 premios) sobre una sóla película, y dejando con muy poco pastel o ninguno a películas realmente muy interesantes, algunas extraordinarias. Caso contrario se dio en los Oscar, que dibujando un panorama cinematográfico muy insuficiente premiaron con aplomo baja las expectativas previstas, pero sobre todo bajo el concepto de la justicia."Birdman", por mucho que le pese a mucha gente, es la mejor película norteamericana del año. Datos y cifras que nos advierten sobre la necesaria reconversión de muchos premios, que a veces ignoran la calidad y se convierten en entes escasamente representativos de las muestras cinematográficas que se desarrollan cada año, exigiendo en este caso cierto compromiso al académico anquilosado de arriesgar a favor de un cine valiente, necesario y plural."
Goyas:
Lo mejor:
-El magnetismo de Dani Rovira.
-El discurso de Antonio Banderas.
-La vibrante actuación inicial.
-El merecidísimo premio a Bárbara Lennie.
-La emoción de Carmen Machi y Nerea Barros.
-El discurso de González Macho.
Lo peor:
-La excesiva duración de la gala.
-La horrorosa intervención de O´Dogherty.
-El reparto de premios.
-Los barroquismos de más.
-La falta de riesgo en la alfombra roja.
Ganadores Aquí.
Oscars:
Lo mejor:
-El homenaje de Lady Gaga a "Sonrisas y lágrimas".
-La emocionante interpretación de "Glory" por sus compositores(John Legend & Common).
-La justicia en el triunfo de "Birdman".
-Julianne Moore al fin oscarizada.
-El emocionante discurso de Graham Moore.
Lo peor:
-Un descafeinado Neil Patrick Harris.
-La premiación en la categorías de cortometrajes.
-La rigidez de algunos premiados.
-La no sorpresa en la categoría de mejor película extranjera.
-La escasa calidad de muchas actuaciones musicales.
-Los americanismos baratos de siempre.
Ganadores Aquí.
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