LXV FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN:
"Con una fuerza arrebatadora, el inquietante Martin McDonagh erige un film que nos habla de muchas verdades. Nos remite al engaño de un sistema quebrado y obsoleto, nos remite a la necesidad de cerrar las heridas y nos remite a la importancia de la esperanza como cultivo de vida. La película verbaliza sus intenciones en un contexto que le favorece, atinando su tira de dardos y dando con convincente fuerza en la diana. Entre la ferocidad cómica y la dolorosa verdad dramática se erige este oscuro cuento, que define la lucha de una madre por dar justicia a la cruenta muerte de su hija. La firmeza de lo que se quiere transmitir, se advierte en cada línea de guion, en cada expresión gestual e incluso en cada nota, cada sonido. Todo resuena con tal estruendo que es imposible mantenerse impasible ante la ferocidad de quien quiere luchar por destapar la verdad. En este sentido, la fuerza del texto se convierte en el arma de doble filo de una película, que pedía cierta relajación dramática. Su discurso está tan sobrecargado, y en cierta manera dirigido, que a veces se pierde la naturalidad de la propuesta, que de una manera u otra conecta con una realidad muy humana. En cualquier caso, es innegable que tanto en su construcción formal como en su contenido, la película alza con sólida convicción el estandarte de la lucha y eso nos hace admirar cada unas de las decisiones que esta maneja. La firmeza de la dirección, los extraordinarios trabajos interpretativos (mención especial para los gigantescos Frances McDormand y Sam Rockwell), así como la agudeza técnica (a destacar la vibrante partitura), elevan la firmeza del conjunto, que en sus continuos devenires, firma una de las películas más interesantes y notablemente resueltas de esta temporada cinematográfica."
Lo mejor: Su colosal reparto, con mención especial para Sam Rockwell.
Lo peor: La sobrecarga excesiva de sus líneas.
NOTA: 8(****)
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