Amar:
"Había una gran expectación ante el debut en el largometraje del notable cortometrajista Esteban Crespo, pues los antecedentes prometían una historia de interesantes aportaciones expresivas. Tras la desigual acogida crítica, la película llegó a mí con ciertos reparos. Reparos que poco a poco se derrumbaron, pues siendo conscientes de cierta imperfección, la película consigue aportaciones realmente sólidas. Centrada en el idilio que supone ese amor adolescente, y en consonancia con una realidad social que peca de cierta inmadurez, se erige esta historia de vaivenes emocionales, que encuentra sus puntos fuertes en la construcción de la historia de estos dos enamorados, y se desmorona en su relación con el entorno social, formulando personajes planos y excesivamente estereotipados. Entre estos dos frentes, se edifica esta película, que sale bastante airosa del reto al centrar la mayor parte de sus atenciones en dar forma y vida a ese idilio adolescente, que brilla en la luz de una precisa y preciosa fotografía, y se magnifica en dos trabajos interpretativos de María Pedraza y Pol Monen, realmente solventes."
NOTA: 7(****)
El bar:
"Volviendo a premisas anteriores, el siempre estimulante Álex de la Iglesia formula un ejercicio sobredimensionado y esperpéntico, con cierto énfasis en lo social, y más atañendo a la esfera contemporánea tan convulsa que vivimos. Partiendo de un encerramiento, casi apocalíptico, de una serie de personajes muy diversos en un bar, se formula una película de numerosos vértices, que con arranque sólido, acaba derivando en ciertos caos, que nos aleja del discurso y acaba otorgando cierta falta de credibilidad a lo que vemos. Es una pena que una película tan bien armada, de partida, acabe perdiendo tanto el norte en su descenso a los infiernos. Con todo, estamos ante un film muy sólido en lo técnico, y con un reparto en estado de gracia, en el que Jaime Ordóñez firma una de las interpretaciones más contundentes y arriesgadas del cine español de 2017. Firmezas que no siempre acompañan a los vaivenes de un guion caprichoso y que finalmente acaba desecho como un trozo de papel en el agua."
NOTA: 5,5(***)
Pieles:
"Conociendo los antecedentes de Eduardo Casanova como creador de historias extravagantes y universos muy personales, cabía esperar un primer largometraje más que estimulante. Su premisa resulta inquietante y su construcción estética es única, pero lo que comienza con cierto sentido de la extrañeza, que diría Bertolt Brecht, se acaba acomodando en nuestra cabeza. Esto se debe a que la apariencia tan trabajada de la cinta, no encuentra en unos personajes bien elaborados y en una historias complejas su aliado. Todo es tan esquemático y tan horizontal, que la película no sólo no sorprende, sino que llega a aburrir, por su incapacidad, desde el guion de dar forma sólida a todo este plantel conceptual y narrativo. Es una pena este naufragio de Casanova, pues el trabajo de ambientación (especialmente el maquillaje y la peluquería), así como ciertas aportaciones interpretativas, en consonancia con una particular mirada estética, no están al mismo nivel de los personajes y sus historias."
NOTA: 5,5 (***)
No sé decir adiós:
"La premiada ópera prima de Lino Escalera ahonda en lo más profundo del ser humano y sus emociones, a través de una historia de reencuentro, de aceptación y de cambio. Todo cambia para Carla el día que recibe una llamada de su hermana, anunciándole la futura muerte de su padre. Este acontecimiento será el punto de partida de numersos reencuentros en la vida de ella y de los demás personajes. Lino Escalera y Pablo Remón, tanto desde el guion, como desde la dirección, construyen unos personajes de una firmeza absolutamente admirable. Personajes rotundos, repletos de aristas y complejidades, pero quizás abordados desde una óptica excesivamente seca, ruda, muy poco complaciente. Este enfoque nos aleja en ciertas ocasiones del plano emocional, pero al mismo tiempo valoramos y entendemos la rudeza expresiva de los dos protagonistas de la historia, que librando su batalla personal, intentan enfrentarse a la situación. La película precisa en sus opciones visuales, afronta con admirable contundencia la afrenta de contraponer dos personajes tan destruidos, que no siempre encuentran un nexo comunicativo. Personajes que brillan en las manos de dos actores superlativos: Nathalie Poza y Juan Diego (sin desmerecer el excelente trabajo de una notable Lola Dueñas), que consiguen elevar las sólidas líneas de guion al universo de lo humano, y de esta manera firmar dos de los trabajos más brillantes del año."
NOTA: 7(****)
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