"La historia y sus barbaries ha encontrado numerosas voces en el ejercicio cinematográfico, pero pocas veces de un modo tan extraordinariamente personal, pues el claro convencimiento histórico perfila ejercicios muy didácticos, que escasamente innovan con el lenguaje. La purga de Stalin en las exrepúblicas bálticas encuentra su óptica a través de la historia de una familia y una mujer que a través de sus cartas a su desaparecido marido vertebra la estructura de este ejercicio. Las quebradas palabras, acompañadas del sutil sonido que nos informa sobre el ambiente y el transcurso de los acontecimientos, así como de las precisas notas musicales, se funde con los "tableux vivants", que dibujan el imaginario visual de la historia. Esta particular apuesta estética parece perseguir el deseo de querer congelar el tiempo, el instante, para hacernos partípices de un pasado que siempre dibuja el presente. Ese deseo de querer mostrar al mundo los horrores de las guerras y sus posteriores caminos adquiere una dimensión emocional y artística pocas veces vista. La belleza de esa fotografía en blanco y negro, las precisas posturas de los actores y el bello recorrido de la cámara, conjugan esos cuadros barrocos que entre la admiración y el horror construyen un cuento muy doloroso que alude a la exquisitez, y que bajo la sutileza intenta huir del efectismo. Su postura no es para todos los públicos, y a veces cuesta digerirla, pero sin duda cualquiera que ame el cine y sus cualidades, disfrutará de este intenso y renovador ejercicio sobre las masacres de la humanidad."
NOTA: 8(****)
Langosta:
"Hemos admirado desde hace años una especial renovación de la producción cinematográfica griega, propiciada por ese gran maestro que fue Theo Angelopoulos, y gracias entre otros directores a ese visionario realizador que es Yorgos Lanthimos, maestro de la psicología y vertebrador de un discurso único. Su magnificencia ha permitido contemplar el buen estado de salud de un cine que merece ser tenido en cuenta. Su última película, su claro salto internacional, un ejercicio de coproducción contaminado culturalmente por la esfera más británica, indaga en su deseo de dar forma al sentido de nuestra psicología dentro de la construcción cultural que nos aborda en un tono bastante jocoso. Para ello, no duda en edificar un cuento muy interesante que nos permite viajar a las entrañas de un mundo distópico, lleno de reglas y derivaciones alarmantes. Si el film arranca con una fuerza admirable, este acaba desinflándose en su tramo final, por momentos alargado y algo reiterativo. Sin embargo, el conjunto alude a una exquisita inteligencia que es capaz de encajar todas las piezas milimétricamente, sin que la arbitrariedad sea el síntoma de las acciones. La visionaria postura de su realizador, tanto escribiendo como dando forma visual a este relato merece una contemplación minuciosa, pues su fábula atiende al necesario matiz de la complejidad, y requiere de un análisis pormenorizado. Mención especial merece un armonioso e inspirado reparto que hace de este aterrador y a la vez cómico cuento una película para el recuerdo."
NOTA: 8(****)
Neon Bull:
" Con una sugerente imagen inicial, cercana a la partida del videoarte, se ponen las bases de un ejercicio tan interesante como extraño. Si bien la dimensión de la historia parece simple, sus continuas metáforas permiten extraer un universo de interesantes valoraciones. La cuestión de género, perfilada a través de la relación entre el hombre y el toro (animal) se convierte en el eje central que da forma a todas las articulaciones de esta cuidada película. El problema de la cinta aparece cuando esta relación no permite o accede a cierto avance de la acción, que se mantiene en una línea continua que permite dar forma a nuestras aspiraciones racionales, pero que lejos, muy lejos queda de un contagio emocional y más cuando se manejan imágenes tan carnales. En contraste a la monotonía de la trama, es interesante mentar la extraordinaria fisicidad de la película en todos los sentidos y la descarnada sensación de sexualidad que se plantea a través de las continuas sugerencias. Sin duda, con sus imperfecciones, una película única en su especie, capaz de jugar con las sensaciones humanas y hacerlas introducirse en un reflexivo ejercicio de comparación."
NOTA: 6,5(***)
Os Olhos de André:
"Explorar las relaciones familiares para entender ciertas derivaciones de nuestro comportamiento personal, especialmente en la óptica de la adolescencia me parece un más que acertado ejercicio. Así lo plantea, esta peculiar película, que mediante la fórmula del docudrama (con agentes reales y recreaciones) explora una realidad reviviéndola. La partida de intenciones y la forma de la misma es un logro incuestionable, y si además ese niño que concentra la óptica de este ejercicio tiene una mirada que traspasa la pantalla, la dicha se refuerza. Pero el problema está en los diálogos, en la expresión de los "actores", y en general en el contenido, que adolece de aburrimiento. Es muy dificil contagiarse de una historia de esta índole, si cuando la seguimos acabamos cayendo en una monotonía terrible. Atender a los agentes reales de la historia se acaba confirmando como un claro error, que acaba trasladando esta muestra que parecía interesante a la clara insuficiencia. No obstante, merece ser atendida la paleta de intenciones para reconstruirla y conseguir un necesario ejercicio que pueda tener claros fines didáticos."
NOTA: 4(**)
Taklub:
"La penúltima película del realizador filipino más internacional retorna a las derivaciones de sus últimos films: el análisis antropológico y social de comunidades en situaciones extremas y su capacidad de conjunto. Esta cinta indaga en las consecuencias del tifón Yolanda en una pequeña comunidad filipina, buscando aunar las inquietudes de cada una de las voces de una comunidad que admirablemente se convierte en un todo que vela por cada uno de sus integrantes. El admirable manejo visual, y la acertada fotografía permiten recorrer este laberinto de dolores humanos y al mismo tiempo de posturas admirables. No obstante, esta película ya la hemos visto, pues todos sus ecos resuenan en exceso y atienden a un convencionalismo que roza lo plomizo por momentos. Poca innovación o transgresión tiene un discurso manido de un realizador que aspira a mucho más por sus capacidades emocionales y sensoriales. Mención especial merece como siempre su admirable actriz fetiche: Nora Aunor, grandiosa una vez más."
NOTA: 5,5(***)
The Sky Trembles and the Earth Is Afraid and the Two Eyes Are Not Brothers:
"Es interesante revisar las propuestas más experimentales que el ejercicio cinematográfico nos posibilita cada año, y más aquellas que compiten al mismo nivel de otras producciones más convencionales y de más fácil asimilación, alejándose así del encasillamiento museístico. Un realizador bastante aplaudido en este campo es Ben Rivers, que en este nuevo largo firma una peripecia entre la ficción y la no ficción, convirtiendo esta película en un ejercicio metacinematográfico sobre las posibilidades y limitaciones del propio cine para construir realidad o ficción. La primicia y el arranque del film maravillan por la sutileza e inteligencia de sus imágenes y posturas. El problema viene cuando aparece ese primer giro, que convierte una muestra honesta y habilidosa, en un ejercicio de soberbia, que busca más llamar la atención que atender a sus principios creativos. El seguimiento del personaje interpretado por Oliver Laxe se convierte en una muestra intelectualoide que maneja frivolidades por doquier y que huele demasiado por todos lados, hasta llegar a un final que repugna por el excesivo anclamiento a un determinado discurso que busca simplemente la apariencia de lo raro, para marcar diferencias del discurso dominante, sin ningun tipo de motivación que trascienda más allá de ello. Una lástima de derivación cuando la partida dominaba el interés."
NOTA: 5(***)
Umrika:
"Nueva película sobre la distopía del sueño americano, desde la óptica india. Una película que bajo muchos ecos de Bollywood construye una fábula muy buenrollista que de forma colorida y musical recorre las aspiraciones del vuelo a los Estados Unidos, y su tanda de consecuencias, desde diversas ópticas. Resuena mucho a "Slumdog Millionaire", pero con un tono mucho más dulce. Los convencionalismos, los tópicos, los lugares comunes y las frases metidas con calzador inundan todo el conjunto de la cinta, fracasando incluso en su enmienda simple del entretenimiento, por ya rozar los límites del agotamiento. En contraste, se le agradece su buen ritmo y la labor fotográfica, así como la evolución expresiva de su protagonista Suraj Sharma."
NOTA: 4(**)
Un monstruo de mil cabezas:
"El tándem formado por Rodrigo Plá y Laura Santullo nos ha regalado ejercicios muy interesantes, dotados de una riqueza expresiva realmente admirable, por lo que cabría esperar bastante de su último ejercicio cinematográfico. No obstante, no sólo decepcionan con este intento revolucionario de poner patas arriba el sistema, sino que llegan a la deficiencia. La película está tan mal construida, que lo que debería ser un ejercicio intenso, y provocador acaba sucumbiendo al ridículo constante, con momentos de risa involuntaria. Pocos elementos se salvan de un ejercicio que no cuida absolutamente nada, pues no sólo el guion es desastroso y con él todo el ejercicio de dirección y el nefasto trabajo actoral, sino que la estética es tan sucia que aleja completamente de la pantalla. Escasamente algún resquicio de buen montaje se salva de este atronador desastre para la talla de dos creadores como los mentados, que han convertido una historia social en una caricatura risible."
NOTA: 1,5(*)
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