Ya estamos en el Zinemaldia, el certamen cinematográfico más importante de España, donde podremos disfrutar de numerosos títulos distribuidos en diversas secciones a lo largo de más de siete días. Llegamos con retraso, dejando en el tintero algunas películas interesantes que por cuestiones de tiempo no podremos visionar, aunque serán nuestro objetivo en próximos meses conforme a su disposición de estreno. Bajo un día inestable marcado por la lluvia y el viento, Donostia ya escucha ecos de cine, y lo hace bajo el abrigo de películas como "La doctora de Brest", de Emmanuelle Bercot, película que ha sido recibida de forma desigual, aunque concidiendo en las posibilidades de su actriz protagonista en el Palmarés del sábado próximo. También se ha podido disfrutar de una "Orpheline", de Arnaud des Pallières, tratada muy negativamente por la crítica, o de una "Yo no soy Madame Bovary"de Feng Xiaogang, recibida de igual modo con frialdad, aunque con opciones de premio (fotografía y actriz). En la paleta de buenas vibraciones destaca "Neruda" de Pablo Larraín o "Toni Erdmann"(Gran premio Fipresci), ambas aplaudidas en Cannes y que aquí han cautivado a los presentes. En Sección Oficial, "El hombre de las mil caras" ha recibido buenas críticas (aunque no entusiastas) y ya huele a premio (¿Quizás Eduard Fernández en su composición de Paco Paesa?. Estos son los ecos de crítica y público de un festival que para nosotros arranca en sábado, después de las revueltas del viernes bajo los gritos nacionalistas de la gala de inaguración en el Kursaal y tras muchas horas de proyección de buen cine, así que vamos a empezar a hablar de lo que vemos. En este ya pasado sábado hay que señalar sólo dos obras:
Por un lado, hablamos de la última película del islandés Baltasar Kormákur, "The Oath" que compite en Sección Oficial. Kormákur desde que inició su salto hollywoodiense no ha vuelto a levantar cabeza con películas absolutamente nefastas como aquel producto intragable llamado "Contraband". Esta nueva apuesta bañada de sangre intenta compilar lo mejor del psicothriller, pero falla en sus pretenciosas aspiraciones. El arranque es notable, pero el avance de la película va derivando hasta una consecución de excesos y artificios que conjugan en un final de absoluto despropósito. Tampoco ayudan ciertos excesos técnicos, y una dirección muy efectista a la hora de dar credibilidad a lo que se ve en pantalla. Los actores hacen lo que pueden (algún secundario brilla, por momentos) y la fotografía acompañada de la acertada música hace que el avance no se detenga en la multitud de fracturas que maneja este irregular guion. En resumidas cuentas, una película que entretiene pero que lejos queda de sus claras pretensiones.
Por otro lado, asistimos con expectación a la primera película de Nely Reguera "María (y los demás)". Una película llena de frescura, de ingenio y de vida. La cinta recorre a través de la comedia los pormenores del ser humano, de sus relaciones sociales y en concreto del núcleo familiar a través de una historia que crece en sus detalles. La amalgama de personajes es rica por su variedad y su verdad, y aunque es una película imperfecta, con ciertos momentos sobrantes, el conjunto alude con distancias a lo mejor de esa gran cineasta catalana que es Mar Coll (y su "Tres días con la familia"). Se agradece una película de este tipo en un festival llamado a la extensión y a la supuesta complejidad. Mención especial para el inspirado reparto, y en especial una impagable Bárbara Lennie, que ojalá sea reconocida como merece por este meritorio trabajo.
...Y bueno, vamos a por este lluvioso domingo, que ya ha empezado de la mano del cine francés.
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