"El ingenioso humor de los hermanos Coen siempre ha constituido un referente incuestionable a la hora de labrar comedias en la producción cinematográfica contemporánea. Adentrarse en su particular imaginario es descubrir una amalgama de personajes, situaciones, diálogos e historias muy interesantes, repletas de complejas definiciones sobre nuestros síntomas culturales. Por ello, es una lástima que tengamos que asistir, aunque en cierta manera ya tocaba, a su peor película con diferencia. Levantada con clara vocación crítica, esta película naufraga en sus intentos de dar forma a un discurso que apela al cuestionamiento del sistema de estudios, y en concatenación, a la configuración de la sociedad norteamericana. Al mismo tiempo, sus dosis de humor se antojan repetitivas, llegando a rozar lo plomiz. Ni siquiera el sonado reparto, que suele destacar en sus películas, consigue mejorar un guion que maneja carencias por doquier y que poco a poco sucumbe al desastre más absoluto con un final completamente olvidable. Hay momentos en los que la vergüenza ajena se apodera de la función. En contraste, si que hay que marcar positivamente el trabajo de producción, en cuanto al ejercicio de ambientación, el montaje y demás elementos que parecen conformar un film muy bien vestido pero que se presenta vacío en contenido y que de vez en cuando nos da buenas vibraciones gracias a ciertos actores que desconectan con facilidad del irregular material narrativo que manejan."
NOTA: 4(**)
Dheepan:
"Si tuviera que señalar uno de los directores claves de la producción gala, sin duda mi cabeza viajaría a la interesante obra de Jacques Audiard, con películas capaces de alcanzas ciertas cotas de perfección, nada frecuentes. No obstante, su último film, injustísima Palma de Oro en Cannes, camina por un terreno que desconcierta. Nadie esperaría semejante ejercicio de tal director. Pues la película en su intento de denunciar la injusticias de la inmigración o del asilo político, se muestra incapaz de dar forma a unos personajes que viven adormilados, sin vida, favoreciendo una linealidad plomiza que hace que la película no avance en ningún momento y busque en un final excesivo la resolución de todas las cuestiones no desarrolladas a lo largo de la trama. Es verdad que se nota la vigorosa capacidad de perfilamiento audiovisual, mediante una atmósfera muy interesante, y un ejercicio técnico notable, así como gracias al trabajo de ciertos secundarios que elevan el nivel de la función, pero el resultado final es tan neutro, que la indiferencia nos aleja de él, y más cuando es defendido bajo el nombre de un cineasta como Audiard."
NOTA: 5(***)
El cuento de los cuentos:
"Matteo Garrone, a partir de la interesante ristra de relatos de Giambattista Basile, edifica esta particular película de imaginario tan extraordinariamente apabullante. La tres historias se entrecruzan y poco a poco empiezan a definir un tríptico sobre los grandes valores de la humanidad, y lo que parecía una perfumada historias de dragones y hadas empieza a tomar pies sobre una realidad tan actual como dolorosa. Así es, la grandeza de este ejercicio reside en su capacidad de conectar emocional y racionalmente con valoraciones de nuestra actualidad a través de historias tan fantasiosas, que como fábulas encuentran su clara moraleja. Aunque la imperfección reside en cada uno de los relatos y en general en el tapiz conjunto de la cinta, al encontrar desequilibrios en el guion a la hora de trazar las historias y dar forma a sus personajes, es incuestionable el alarde de imaginación y belleza de la película, y su capacidad de captación por esa mirada unica de Garrone, fervientemente defendida por un trabajo técnico sobresaliente, en especial esa ambientación absolutamente extraordinaria y unos efectos especiales muy creativos. También el grato aporte de los actores, de inspirada composición, da sabor y forma a una película que merece ser admirada tan sólo por su riesgo y por su sólida capacidad de crear universos únicos."
NOTA: 7,5(****)
"Si la primera parte de este particular fenómeno mediático encontraba ciertos motivos para ser valorado a pesar de que la sensación de la mala comedia ondeaba a toda costa, este segundo intento de seducir al público naufraga a unos niveles muy considerables. La película se repite constantemente, y el humor se vuelve ya tedioso, abusando de fórmulas muy machacadas. Tampoco ayuda un reparto que entre la sobreactuación y la inoportunidad no logra levantar el material tan nefasto que maneja, o un ejercicio de producción que huele demasiado a efectismo hortero. A veces, a pesar de su clara condición de entretenimiento, logras aburrirte de tal manera que te sientes vilmente estafado en este film que jamás debió ser concebido. Lo único que se salva es la gracia eterna de Rosa María Sardà, y el descubrimiento de una actriz con posibilidades como es Belén Cuesta. Por lo demás, auténtico desecho."
NOTA: 2(*)
Pasolini:
"A pesar de las buenas intenciones de Abel Ferrara, era muy difícil acercarse a la figura de un genio tan complejo como Pasolini y salir victorioso del intento, pues la película aunque intente construir una idea más o menos compleja del ideario que manejaba este artista, se queda en la mera superficie. Hay ápices de su pensamiento, su vida y su obra, pero se exigía un tratamiento mucho más exhaustivo y complejo del dado aquí, y en cierta manera, más concisión y no tantas vueltas sobre un punto sin retorno. Quizás, era necesaria una vuelta de tuerca sobre su retrato, que aquí se queda en la mera forma, la cual si que aporta cierto movimiento creativo, pero descuidando el fondo. Este desequilibrio da como resultado una película que se puede ver por sus aportes estéticos, y sobre todo por ver a Willen Dafoe defender al genio con solvencia, pero que lejos muy lejos se queda de lo que fue e hizo Pier Paolo Pasolini."
NOTA: 5(***)
Regresión:
"La idea de que Alejandro Amenábar es una de las piezas claves de nuestra cinematografía actual es una clara evidencia. Basta revisar una exquisita y sólida obra reconocida internacionalmente para verificarlo. Por lo que cada estreno suyo se espera con ansia, y más si a esto le sumas el tiempo que se toma entre proyecto y proyecto. En este nuevo ejercicio, la materia y el punto de partida eran muy interesantes. Una historia particular en los años noventa en Minnesota, para expresar la compleja amalgama de construcciones ficticias que el miedo que nos aborda día a día construye. Una disertación sobre el concepto del mal en nuestra occidentalizada cultura, y sobre su definición a partir de las derivas del miedo. Sin embargo, a pesar del sugerente material, Amenábar se muestra torpe y lo maneja de forma muy irregular, construyendo un ejercicio que sucumbe a huecos de guion insalvables y viaja con una linealidad, que nada caracteriza a un Amenábar que ha edificado obras extraordinarias. La película se sigue con comodidad y es innegable cierto ejercicio de atmósfera gracias a las labores técnicas de fotografía, música y ambientación, así como el esfuerzo de una evolucionada Emma Watson, pero el resultado es más bien dispar: una película sin alma, que muy lejos está de las capacidades creativas de uno de los mejores cineastas de su generación."
NOTA: 5,5(***)
Suite francesa:
"Poco que aportar cuando las apariencias y los pronósticos se cumplen. Pues bajo un tema manido y un enfoque trillado surge otro nuevo film ubicado en la gran contienda mundial. Una película de gran despliegue, que carece de valor histórico y también artístico, pues el guion recorre todos los tópicos, clichés y estereotipos habidos y por haber en la historiografía cinematográfica de este tipo de films. Lo que sin duda salva esta cinta del absoluto desecho, es el buen pulso en la dirección, la notable ambientación y una Kristin Scott Thomas, que aún manejando un personaje muy mal construido, dota de vida a lo completamente muerto."
NOTA: 4(**)
Sweet Home:
"Es bien sabida la buena salud del género de terror en nuestra producción, no obstante, a veces, siguiendo la tendencia norteamericana, se vislumbran ejercicios cutres que buscan a través del efectismo el simple entretenimiento. Un ejemplo de ello esa esta película de Rafa Martínez, un absoluto despropósito que va por caminos muy fáciles para sorprender al espectador. A veces lo consigue, pero en otras ocasiones provoca la risa involuntaria ante la falta de credibilidad de las situaciones que maneja. No estaría mal tampoco que su realizador se informara un poco de las buenas claves que entraña la esfera audiovisual para edificar ejercicios sólidos. Menos mal, que la película juega con un trabajo acertado de fotografía y con una actriz solvente como es Ingrid García-Jonsson, factores que mejoran la deficiente base, y permiten que sigas la película con cierto interés, a pesar del insuficiente resultado final."
NOTA: 3,5(**)
Timbuktu:
"Aplaudida desde su estreno en el festival de Cannes, confirma la tendencia que alcanzan algunas películas cada temporada: la de la sobrevaloración continua, festival tras festival, premio tras premio. Esta coproducción entre Francia y Mauritania recorre las esquivas derivas del fundamentalismo religioso, manejando todas las voces de una comunidad arcaica. En este camino, la cinta se pierde reiterativas veces, y llega a un momento de arbitrariedad que empieza a resultar plomizo. La continuas quiebras de su ritmo se deben en gran medida a un guion que se muestra torpe a la hora de dar forma a la trama y configurar personajes vivos. El punto de contraste lo pone el sólido ejercicio de realización y un buen trabajo técnico que permite, sin grandes logros, que la película presente un entramado formal muy acertado frente a la insuficiente postura narrativa, que lejos se queda de esas inmerecidas alabanzas."
NOTA: 5(***)
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